“María Kodama, una implacable samurái que custodió a Borges y su obra”, por LAURA VENTURA


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“María Kodama, una implacable samurái que custodió a Borges y su obra”, por LAURA VENTURA Compartí

Compartimos el artículo publicado en La Nación el domingo 26 de marzo de 2023 -día en que falleció la escritora y viuda de Jorge Luis Borges-, sobre la heredera universal del legado del autor de Fervor de Buenos AiresEl Aleph y Ficciones.

La Nación – La heredera universal del autor de El Aleph, custodia de su legado y creadora de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, María Kodama murió esta mañana en su casa de Buenos Aires, a los 86 años, por complicaciones de un cáncer de mama avanzado. Samurái. Agnóstica. Hermética. Profesora de Filosofía y Letras. Pisciana. Cosechó amistades y elogios por su labor y también detractores y polémicas. Kodama evitaba hablar de la muerte para referirse al fallecimiento de sus seres queridos, prefería un eufemismo: la partida o el ingreso al gran mar. Sin embargo, hasta último momento mantuvo un excelente humor, con su característico sentido de ironía y también su perspicacia para desafiar y hallar algunas unánimes simetrías del universo y sus espejos, como la que hoy destacan los lectores de esta pareja: la partida de Kodama, escritora, viuda y albacea el célebre autor a los 86 años es la misma edad que tenía Borges cuando falleció en 1986.

En una de sus últimas apariciones en público, en un acto en noviembre pasado en el Centro Cultural Borges, había declarado: “Espero que ser razonables y conciliadores no sea un hecho infrecuente para nosotros, como pensaba él. El patrimonio de Borges no es solo literario sino también ético”. Finalmente, en diciembre, presentó en el CCK su último libro, La divisa punzó (Sudamericana), un ensayo histórico sobre Juan Manuel de Rosas que escribió en coautoría con Claudia Farías Gómez. Hoy, su editor en Penguin Random House anticipó que en la próxima Feria Internacional de Libro de Buenos Aires, que comenzará exactamente en un mes, se presentará el último proyecto en el que la trabajaba: una edición aniversario por el centenario de Fervor de Buenos Aires, que reúne los tres primeros libros de poemas del escritor.

Si no hubiese conocido a Borges, si no hubiese dedicado su vida a acompañar los últimos años del autor ni su vida adulta como albacea del escritor, aseguraba María Kodama que le hubiese gustado consagrarse a la enseñanza. “A mí me regalaban muñecos y cuando me decían «Tus hijitos», yo les respondía que no, que eran mis alumnos. Mi vocación no es la maternidad, sino la enseñanza”, le contaba a Pablo Sirvén en Hablemos de otro tema (LN+).

Hija de María Antonia Schweizer y del químico japonés sintoísta Yosaburo Kodama, sus padres se separaron cuando ella era pequeña. Nació en 1937 en Buenos Aires -coqueta, a veces se quitaba años y en algunas entrevistas figura que nació en 1945 y también en 1941-, pero afirmaba que era japonesa. “Uno no es del lugar donde nació, sino del lugar de donde fue educada. Y mi padre que nació, se crió y educó en el Japón me puso todas esas reglas en mi cabeza y, por lo tanto, por educación, soy japonesa”, consideraba…

 

Kodama en San Rafael, Mendoza, posa en un laberinto realizado en honor a Borges

 

LAURA VENTURA,

periodista de cultura, especialista en literatura y profesora de la Diplomatura en Cultura Argentina

 

 

 


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