“Gubernamental, pero no pública”, por PABLO SIRVÉN
A falta de un perfil estable, la TV estatal fue presa de los distintos mandamases.
La Nación – Los que prestan atención al zodíaco consideran clave la carta natal y plantean la alineación de los planetas como determinantes de la personalidad de una persona.
Si hay que aplicarle el mismo método a Canal 7, habrá que decir que tanto en las contracciones previas a su nacimiento como en su mismísimo parto lo político estuvo presente. Demasiado presente.
La “señal de ajuste”, en los días previos a su lanzamiento fue la foto tan célebre de Eva Perón, con el pelo tirante y su rodete característico. Y cuando vio la luz por primera vez, las cámaras apuntaron directamente hacia el balcón de la Casa Rosada en la que Perón y Eva se dieron ese abrazo tan icónico que el peronismo atesora entre sus estampas más preciadas.
Paradójicamente, en su etapa más hegemónica –no había ningún otro canal que le compitiera entre su fundación, en 1951 y la aparición de los canales privados en 1960– no fue tan político, tal vez porque Perón, como sus colegas de la época (Roosevelt, Getulio Vargas, etc.) se sentían más a gusto dirigiendo sus mensajes por la radio. La TV no dejaba de ser una sofisticación para pocos en esas horas iniciales…
periodista y profesor de la Diplomatura en Cultura Argentina
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