“San Martín: un prócer, un héroe”, por FÉLIX V. LONIGRO


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“San Martín: un prócer, un héroe”, por FÉLIX V. LONIGRO Compartí

El Libertador llevó adelante sus campañas militares bajo condiciones adversas impuestas tanto por su salud como por la falta de apoyo de las autoridades de su tiempo.

Infobae – La grandeza del Gral. José Francisco de San Martín no se debe solamente a todo lo que hizo por la Argentina, Chile y Perú, sino, además, a que todo lo hizo “condicionado”. Condicionado por las autoridades nacionales que gobernaban las Provincias Unidas del Río de la Plata en la primera década de vida autónoma e independiente (las que, como Bernardino Rivadavia, no apoyaban con convicción la gesta libertadora), y condicionado por su salud, que tampoco le hizo fácil el camino.

En el año 1814, cuando tenía treinta y cinco (35) años de edad, José Francisco de San Martín vomitó sangre por primera vez, a raíz de una úlcera gastroduodenal con sangrado digestivo. Esta patología lo acompañó por el resto de su vida, a tal punto que, alguna vez, en 1816, le escribió al director supremo Juan Martín de Pueyrredón:

“Hace tres meses que, para dormir un breve rato, debo estar sentado en una silla ya que los repetidos vómitos de sangre me tienen sumamente debilitado”.

Estando en Chile, contrajo fiebre tifoidea, que es una enfermedad infecciosa que se manifiesta en el intestino y en la sangre, provocando vómitos, diarrea, alta fiebre y dolores abdominales. Más tarde, estando ya en Europa, casi fallece a raíz de una epidemia de cólera

 

FÉLIX V. LONIGRO,

abogado especialista en Derecho Constitucional y profesor de la Diplomatura en Cultura Argentina

 

 

 


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