Dudas idiomáticas: Estratega – estratego
* Por Liliana Massocco
A partir de la voz griega στρατηγός (stratēgós), ‘general de un ejército’, se formó el latín stratēgus.
En español han convivido a lo largo del tiempo estratego y estratega (según, el DLE, por influencia del francés stratège).
En los diccionarios académicos entró primero estratego, evolución natural del latín strategus, en 1925. Pero ya la siguiente edición, en 1936, recogía la forma con –a, definida por remisión a la anterior. Así se ha mantenido hasta 1970, edición en la que cada lema se define en una entrada propia. Y en la edición de 2014 la forma estratego se indica que está en uso especialmente en varios países americanos (ya el DPD indicaba que había disminuido mucho el empleo de la forma masculina).
Si nos centramos en la documentación, que es siempre más significativa que los datos obtenidos de los diccionarios, podemos comprobar que ambas formas aparecen en el idioma en el último tercio del siglo XIX, tanto en España como en América, y que el uso de la forma femenina es superior en número de casos desde el primer momento, diferencia que se ha ido acentuando con el paso de los siglos. Así, el corpus lingüístico del siglo XXI (CORPES) trae 78 casos de estratego frente a 1405 de estratega, si bien es cierto que la forma masculina se mantiene especialmente vigente en determinadas zonas (el DEL menciona Bolivia, Chile, Cuba, Ecuador, Paraguay y Rep. Dominicana, pero en nuestros corpus se comprueba también el uso en otras zonas como Argentina o México).
En conclusión, la forma masculina puede causar cierta extrañeza según donde se lea, pero no puede considerarse incorrecta, si bien es cierto que el DPD la desaconseja precisamente por su condición de rareza.
Fuente: Departamento de «Español al día», Real Academia Española.