PABLO ALABARCES: “EL DEPORTE ES POR EXCELENCIA LA MERCANCÍA DE LA INDUSTRIA CULTURAL GLOBAL”


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PABLO ALABARCES: “EL DEPORTE ES POR EXCELENCIA LA MERCANCÍA DE LA INDUSTRIA CULTURAL GLOBAL” Compartí

Entrevista a Pablo Alabarces,
sociólogo y profesor de la Diplomatura en Cultura Argentina

 

Agustín Palmisciano, en La Izquierda Diario — Charlamos con el reconocido sociólogo e investigador del CONICET, sobre temas como la cultura del aguante, las barras bravas y las dirigencias del fútbol y la historia del fútbol en Latinoamérica.

Es Doctor en Sociología por la Universidad de Brighton, profesor de la UBA e investigador del CONICET. Con un enfoque social, comenzó analizando los fenómenos de masas a través de la música popular en nuestro país, luego, pasó a hacerlo a través del fútbol siendo considerado uno de los primeros en abordar este tema desde las ciencias sociales.

Su trabajo se centra en lo que él llama “pérdida de identidad por parte de las instituciones clásicas” para ser reemplazada por instituciones que manejan otros fines ideológicos y económicos como los medios de comunicación y el deporte. Escribió libros sobre la influencia de las barras bravas, la cultura del aguante y la historia del fútbol en América Latina.

¿Cómo es la relación de las culturas de masas con el fútbol?

— El fútbol junta la cuestión popular y la cultura de masas. Lo llamativo, que a mí me obsesiona, es trabajarlo con los movimientos subalternos como lo popular. La gente que formé, o que trabajó conmigo, se dedica a esto de manera más específica con la antropología del fútbol, yo hago Sociología de las culturas populares.

Hace 30 años la justificación que ponía para trabajar la relación entre las masas y el fútbol era obvia. Hoy es más obvia todavía. El deporte es por excelencia, la mercancía de la industria cultural global. En 1969 hubo 300 millones mirando por TV la llegada del hombre a la luna, al año siguiente en 1970, 570 millones vieron la final del mundial de México entre Brasil e Italia. Ese dato siempre me estremeció.

[…] Actualmente en el fútbol argentino pesan mucho la “cultura del aguante” y los resultados. Por otro lado, también existe el sentido de pertenencia del hincha con el club ¿Cómo lo explicas a través de un ejemplo como Vélez, club del cual sos hincha?

— Los primeros grupos de hinchas con los que trabajamos fueron ColegialesIndependiente y Huracán. Con encuestas y entrevistas administrativas, a partir de los resultados, verificamos que hay patrones en común, pero con distinciones. Vélez en ese sentido es bastante peculiar, está en el mapa de Capital y GBA porque la tradición barrial sigue siendo muy pesada, y por eso es difícil encontrar hinchas fuera del recorrido del Oeste, desde Caballito a Haedo. En general sus dirigentes vienen de agrupaciones barriales, vinculadas al territorio.

[…] Vélez arma toda una cuestión de Institución modelo porque sigue siendo barrial. Su hinchada también es peculiar, es la primera y única donde su líder, Raúl Gámez, llegó a ser presidente del club. Ese líder, un tipo de clase media con trayectoria de clase media, pertenecía a los grupos de una etapa heroica de la hinchada. No había armas de fuego, tráfico de drogas y todo ese tipo de “condimentos”. Las barras se mantenían con medios muy precarios, no era una máquina productora de negocios. Lo que hace Gámez cuando llega a la presidencia del club es mantener esa trayectoria barrial e institucional y la relación con la barra era absolutamente local. Sus negocios pasaban por cosas muy localizadas. Por ejemplo: en el momento que el estadio se transforma lugar de recitales, la seguridad en alianza con la comisaría 44. Entonces nunca van a haber disputas de poder o las sumas estrepitosas de dinero que es lo que suele transformar a las barras en unidades de negocios. Eso no es un modelo, no digo que sea lo que tenga que ser, sino que en Vélez funcionó de esa manera.

Lanús es un caso similar.

[…] ¿Hay estereotipos que relacionan al jugador con la pobreza y al dirigente con la riqueza y el empresariado?

— Se explica desde lo histórico, los jugadores siempre provenían de las clases populares. Era absolutamente excepcional que vinieran de las clases medias, pero esto cambia en los últimos 20 o 30 años y de manera acelerada. En cambio, los dirigentes eran tradicionalmente de sectores medios o medios altos, en general profesionales o industriales o comerciantes del pueblo, ciudad o del barrio. En los 90 cambió con la aparición de los súper empresarios. Hay casos anteriores excepcionales como el de Alberto J. Armando, aunque tampoco era un súper empresario, sino un comerciante adinerado. La burguesía industrial estaba lejos del fútbol. En los 90 la figura de Macri es clave, cambió todo de manera muy fuerte. Que el ferretero de Sarandí, no fuera un ferretero, sino un enorme corrupto lleno de dinero, no lo cambiaba de su modelo de ferretero de Sarandí. Mientras que, en cambio, la aparición de los Macri, Tinelli, Comparada o Lammens inclusive en menor medida, te habla de que ha habido una transformación, donde la burguesía industrial y financiera le empieza a prestar atención al fútbol como lugar de negocios. La proveniencia social de los jugadores no la podamos cuantificar, pero cambió. Algo notorio es la aparición de los hijos de los jugadores, pueden haber sido hijos de clases populares, pero ya no lo son, sino que son de buen pasar y acceden con mayor facilidad a jugar en Primera porque no los hacen pasar por las zonas que tuvieron que pasar sus padres. El estereotipo perdura, pero no porque exista sino por descripción.

En la sociedad que vivimos hoy, el futbolista ¿cumple un rol de “prócer”?

— Hasta Maradona podías pensar en el procerato, ahora ya no. Se podían entender una trama de significaciones complejísimas que incluían lo patriótico, lo popular. Maradona es el mejor ejemplo en el mundo y en la historia del mundo, en ese pasaje del deporte al procerato, con la idolatría y el mito. En el Siglo XXI se genera esta idea de figura espectacular, como mercancía, ya no son modelos espectaculares y heroicos o patrióticos. Está suprimido, ya no hay casos así en el fútbol mundial. Cuando se ve cómo funcionan los casos de Messi, Ronaldo o tantos otros, ves que lo hacen como estrellas del espectáculo…

 

 

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