“MAFALDA, LA NIÑA REBELDE QUE SEDUJO A INTELECTUALES COMO UMBERTO ECO”, POR PABLO MASCAREÑO


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“MAFALDA, LA NIÑA REBELDE QUE SEDUJO A INTELECTUALES COMO UMBERTO ECO”, POR PABLO MASCAREÑO Compartí

La Nación  – El 15 de marzo de 1965 fue una fecha trascendental para la historia de Mafalda, el famoso personaje creado por Quino. Ese día, por intermediación de Brascó, las reflexiones de la niña rebelde son aceptadas en el diario El Mundo. Sin embargo, Mafalda tenía ya un camino transitado, aunque con menor trascendencia pública.

La jovencita irreverente y de pensamiento avanzado era un fiel exponente de la clase media argentina. Su familia pertenecía a ese estrato social y estaba atravesada por las vicisitudes que envolvían al país y al mundo en los años sesenta. Una década definida por fenómenos sociales como el Mayo Francés, la construcción del Muro de Berlín, el primer vuelo del Concorde, la explosión de The Beatles y la cultura hippie proponía mayores libertades en la vida sexual.

Sus ideas progresistas y pacifistas desafiaban a su madre y a los niños de su edad. Para Mafalda todo tenía que ser puesto a consideración. Sus mil y una preguntas sobre cualquier tema podían sorprender o irritar a sus interlocutores. No daba nada por hecho. Y no se atenía a las imposiciones arbitrarias. Tensionaba la idea del statu quo del mundo. Reprochaba a sus mayores la falta de igualdad en la sociedad, la violencia, las guerras y el rol de la autoridad. “La vida es linda, lo malo es que muchos confunden linda con fácil”. Touché, Mafalda en estado puro.

La pequeña se preocupaba por un mundo mejor y si bien esa era una actitud esperanzada, no dejaba de ser una niña pesimista y apocalíptica a la que sus amiguitos no lograban entender del todo. Vibraba en una frecuencia más madura y con intereses que se alejaban del común de los demás niños, aunque odiaba tomar sopa, como todos ellos. Mafalda se conducía desde una suerte de nihilismo doctrinario. A tal punto llegaba su escepticismo que consideraba que, tal como estaban dadas las cosas, la especie humana podría desaparecer…

 

Quino y la entrañable Mafalda en una escena conmovedora

 

PABLO MASCAREÑO,

periodista, especialista en teatro y espectáculos y profesor de la Diplomatura en Cultura Argentina

 

 

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