“¡HOLA, SUSANA!”, “SUSANA GIMÉNEZ” Y LOS ÉXITOS DE UNA DIVA QUE CUMPLIÓ 77 AÑOS”, POR PABLO MASCAREÑO


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“¡HOLA, SUSANA!”, “SUSANA GIMÉNEZ” Y LOS ÉXITOS DE UNA DIVA QUE CUMPLIÓ 77 AÑOS”, POR PABLO MASCAREÑO Compartí

La Nación – Un día como hoy (por el 29 de enero de 2021), hace 77 años, nacía María Susana Giménez Aubert, la mujer que se convertiría en una de las figuras más exitosas de la industria del entretenimiento local. Aquel nombre con el que la inscribieron Lucy y Johnny, sus padres, se sintetizó en el artístico Susana Giménez, una marca que el afecto popular convirtió en simplemente Susana. Y aunque el nombre es populoso y cotidiano, la sola mención inmediatamente conduce a ella. Susana, a secas, y ya se sabe de quién se habla.

Inició su carrera en el modelaje, un poco por casualidad para poder subsistir, luego de la separación de su primer marido, Mario Sarrabayrouse, y siendo madre de Mercedes, la pequeña beba que había tenido a los 17 años. Ya había pasado el pupilaje escolar y los escarceos como oficinista ayudando a su padre. En un pequeño Fiat se trasladaba para cumplir con los compromisos sobre las pasarelas, pero, sobre todo, formando parte de campañas publicitarias de los más diversos productos. “Shock”, dijo de perfil para un aviso del jabón Cadum y su vida cambió para siempre.

Cuando dejó de modelar, el teatro fue lo suyo. Debutó como comediante en Las mariposas son libres, en el Astral, junto a Rodolfo Bebán y bajo la dirección de José Cibrián. Sus dotes para el humor y el cuerpo escultural la llevaron al teatro de revista. Allí también triunfó junto a nombres como los de Moria Casán, Jorge Porcel y Alberto Olmedo, con este último protagonizaría una divertida comedia que llevaría por título sus propios nombres: Alberto y Susana. El rango estelar ya estaba confirmado.

Si Susana Giménez ya se había convertido en una figura popular, exitosa, reclamada por productores y directores, aún faltaban dos eslabones más, uno en teatro y otro en televisión, para coronarse como la gran diva nacional. En 1983 debutó en el Maipo con el musical La mujer del año, creado por Peter Stone y que en Broadway estelarizaron Laureen Bacall y Raquel Welch. El personaje de Tess Harding parecía hecho a su medida. Fue un suceso de tres años, que incluyó temporadas en Mar del Plata y Villa Carlos Paz con la dirección de Mario Morgan. Pero fue cuatro años después del debut de La mujer del año cuando llegaría su mayor suceso: ¡Hola, Susana!, el programa de televisión que la convertiría en una diva cercana, espontánea y extremadamente querida por todo un país…

PABLO MASCAREÑO,

periodista, especialista en teatro y espectáculo y profesor de la Diplomatura en Cultura Argentina

 

 

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