“Güemes, el héroe que ofrendó su vida, ¿cierra la grieta?”, por PABLO SIRVÉN
Macri lo puso en el calendario de feriados, Fernández lo lleva a los billetes de $200 y Campo+Ciudad lo evoca por todo el país.
La Nación – Hipólito Yrigoyen se debe haber revuelto en su tumba del cementerio de la Recoleta porque días atrás tironeaban insólitamente de su memoria Mauricio Macri y Gerardo Morales. Más se habría extrañado María Remedios del Valle, que padeció miseria tras sus hazañas en la guerra por la Independencia, al verse ahora junto a su jefe, Manuel Belgrano, en los nuevos billetes de $500 que el presidente Alberto Fernández anunció recientemente.
Lo pasado no siempre está tan pisado. Y mucho menos olvidado. Los pueblos, en mayor o menor medida, componen sus presentes buscando aquellos reflejos más convenientes de los tiempos pretéritos que mejor puedan potenciar sus políticas actuales. Y en esa amalgama que a veces se produce inspiran patriotismo en sus ciudadanías y crean la ilusión de tener más fortaleza.
Bartolomé Mitre, con sus completas historias sobre Manuel Belgrano y José de San Martín, fundó la historiografía liberal y puso la vara muy alta en cómo mirar el pasado y resaltar las personalidades y las acciones de sus figuras más relevantes. También aportaron en la misma dirección Vicente Fidel López, con su Historia de la República Argentina, y Domingo Faustino Sarmiento, con su colosal Facundo, entre otros autores. Esa manera de ver el pasado se hizo carne en el sistema educativo y formateó al alumnado de todo el siglo XX.
Un revisionismo temprano, con Adolfo Saldías y David Peña haciendo punta, empiezan a refutar aquella historia consagrada que parecía intocable, ofreciendo nuevos puntos de vista.
A partir 1930 -que marcó el fin de la república institucional organizada y de medio siglo de bonanza económica continuada que nunca más se repitió-, adquirió mayor volumen un revisionismo que se fue volviendo más virulento y funcional a los movimientos populares que emergieron, primero con el radicalismo, a partir de 1891, y desde 1945, con el peronismo. Entre varios nombres de ese período, vayan como ejemplo los de José María Rosa y Manuel Gálvez. Y ya acercándonos a nuestro tiempo, con un tratamiento más periodístico, colorido y anecdótico, Félix Luna y Felipe Pigna también han representado dos vertientes, si bien no del todo enfrentadas, con puntos de vista bien contrastados. La lista de nombres de un lado y del otro es amplia y suma a historiadores de la academia pero también a quienes escarban el pasado de manera más novelada y maniqueísta…
Martín Miguel de Güemes
PABLO SIRVÉN,
periodista y profesor de la Diplomatura en Cultura Argentina
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