“‘EL LOCO’ ESCORIHUELA: LA VIDA DE UN EMPRESARIO QUE LUCHÓ CONTRA VIENTO Y MAREA”, POR DANIEL BALMACEDA
Miguel Escorihuela Gascón fue el creador de la que hoy es la bodega más antigua de la provincia de Mendoza. Su particular historia.
iProfesional – Aragonés de nacimiento e integrante de una familia numerosa dedicada a tareas de labranza, Miguel Escorihuela Gascón decidió emigrar a la Argentina en 1880, antes de cumplir los 20 años.
Pasó una temporada en Buenos Aires donde tuvo acceso a las comodidades más básicas. Vivió en una pensión del barrio de La Boca, donde la dueña de la propiedad lo trató como a un hijo. Se empleó como lavacopas para conseguir algo de dinero. En cuanto pudo, cambió de rubro.
Obtuvo un buen trabajo en una prestigiosa farmacia del centro de la ciudad. Nos referimos a la Droguería del Pueblo –estaba en Rivadavia 717 y Maipú–, cuyos dueños eran Alejo Moine y Alberto Soulignac. Ya no era lavacopas, sino aprendiz. Es decir, era un introducido en las particularidades de un oficio con el fin de adquirir el expertise y desarrollarse en tal rama comercial.
El joven Escorihuela fue progresando y se dispuso a afrontar una nueva aventura: en 1882 inició el trayecto a Mendoza que en esa época se hacía parte en tren y parte en carreta. Por lo tanto, el aragonés llegó a la ciudad cuyana tres años antes que el tren.
Por aquellos años, la demanda laboral era muy alta. En Mendoza consiguió trabajo en la Casa de Comercio de José Monteavaro, donde se ganó la confianza del dueño. Pero él ya vislumbraba otros horizontes, porque en toda la Argentina se respiraba progreso, una ventaja que solo desaprovechaban los vagos y los malintencionados.
Con los buenos ahorros de sus trabajos en Buenos Aires, más los que reunió en su nuevo destino, Escorihuela abrió un almacén de ramos generales. Más importante aún: conoció a Rosaura Mernis y se comprometieron.
Escorihuela, la bodega más antigua de Mendoza
El año 1884 fue clave en su vida. Junto con José Díaz Valentín, invirtieron en tierras de San Vicente, en el departamento de Godoy Cruz. Aquella fue la primera incursión de Escorihuela en el exquisito mundo del vino, sin abandonar los ingresos del almacén.
El 7 de abril de 1888 contrajo matrimonio con Rosaura. Como padrino de boda actuó su socio Díaz Valentín, quien estaba casado con Julia Mernis, madrina del casamiento y hermana de Rosaura. A esa altura, la sociedad había incorporado tierras en los departamentos de Guaymallén, Junín y Rivadavia, más instalaciones en Rodeo de la Cruz.
Escorihuela integró el grupo de los que vendían vino con marca, a diferencia de los que lo hacían a granel. Estampó su apellido, que era para él la principal distinción que podría tener el producto. Estableció una red de agentes comerciales para que la distribución alcanzara a unas trescientas ciudades del país…
DANIEL BALMACEDA,
historiador y profesor de la Diplomatura en Cultura Argentina
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