“EL GENERAL SAN MARTÍN Y ESTEBAN DE LUCA, EL POETA ARTILLERO”, por Olga Fernández Latour de Botas


Compartí

“EL GENERAL SAN MARTÍN Y ESTEBAN DE LUCA, EL POETA ARTILLERO”, por Olga Fernández Latour de Botas Compartí

 “No es dado a los tiranos

                                                                                            eterno hacer su tenebroso imperio /…./”,

                                                                                                                                      Esteban de Luca y Padrón

 

El 3 de abril de 1822 el Libertador general don José de San Martín, escribió, en Lima, una carta de carácter confidencial dirigida al ciudadano porteño don Esteban de Luca. Su texto es el siguiente:

Compañero y paisano apreciable:

                                                     No es esta la primera vez que Ud. me favorece con sus poemas inimitables: no atribuya Ud. a mi moderación esta exposición, pero puedo asegurarle que los sucesos que han coronado esta campaña no son debidos a mis talentos (conozco bien la esfera de ellos), pero sí a la decisión de los pueblos por su libertad y al coraje del ejército que mandaba: con esta especie de soldados cualquiera podía emprenderlo todo con suceso.

                                                     Quedo celebrando esta ocasión que me proporciona manifestar a Ud. mi reconocimiento, y asegurarle es y será su muy afectísimo paisano y amigo. Q.B.S.M.

                                                                                                                           José de San Martín

Si hoy nos emociona la lectura de estas palabras, tan generosas y carentes de soberbia, de quien había alcanzado la hazaña de abrir, para las comarcas meridionales de América del Sur, las puertas de su libertad y de su independencia, pensemos en la satisfacción con que las habrá recibido en Buenos Aires su destinatario, el Sargento Mayor don Esteban de Luca, quien, con sólo 36 años de edad, había recorrido ya un largo camino de acción patriótica, como militar y como civil.

Hijo de un distinguido caballero italiano, don Miguel de Luca, y de la dama criolla doña Juana María Magdalena Patrón, con varios hermanos, creció Esteban en el seno de una familia vinculada con sectores influyentes de la sociedad rioplatense, cuyo famoso “salón” era frecuentado por lo más distinguido de su tiempo y que, sobre todo,  educó con esmero a sus hijos. Realizó sus estudios en el Colegio de San Carlos en la generación de jóvenes que incluyó los nombres de Vicente López y Planes, Florencio y Juan Cruz Varela, Bernardino Rivadavia, y otros que habrían de tener intensa gravitación en la historia nacional.

Al producirse las invasiones inglesas de 1806 y 1807, junto a Liniers, tuvo destacada actuación en la reconquista y defensa de Buenos Aires: obtuvo el grado de Subteniente de campaña y luego el de Teniente, concediéndosele después derecho al retiro. No obstante lo expuesto, Luca siguió vinculado a la carrera militar y tomó parte activa en los prolegómenos de la Revolución de Mayo de la que fue uno de los más celebrados bardos propagandistas, como que compuso los versos de la Canción patriótica, primera que tuvo la causa criolla pues data del mismo año 1810. En 1812, los 26 años, era Capitán del arma de Artillería y se había despertado en él la vocación por la carrera de las armas.

Luca se contó entre los primeros inscriptos de la Escuela de Matemáticas fundada por Manuel Belgrano en 1810  y se perfiló pronto como eficaz colaborador en esta empresa. Por ese hecho, sumado al de haberse destacado por su obra poética, fue ascendido al grado de Sargento Mayor de Artillería y designado, en 1816, Director de la Fábrica de Fusiles. Decidido a ampliar las posibilidades de su fábrica con el aporte de la investigación científica aplicada,  fomentó los ensayos con material de hierro procedente del “meteorito del Tucumán” con el cual, en 1816, se fabricaron fusiles y pistolas de arzón que se mandaron de regalo al General Belgrano y al presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, en este último caso junto con una medalla cuya inscripción fue obra del mismo Luca.

Los contactos entre Esteban de Luca y José de San Martín tal vez hayan comenzado en los primeros tiempos de permanencia de este último en Buenos Aires, pero sabemos que se intensificaron cuando en 1816, desde Mendoza, San Martín solicita a la fábrica de Luca 10.000 herraduras para las mulas del Ejército de los Andes, pedido que el joven patriota, afortunadamente, pudo satisfacer. Como poeta Esteban de Luca compuso las siguientes obras relativas a las campañas del general San Martín: “A la victoria de Chacabuco por las armas de las Provincias Unidas al mando del excelentísimo señor Brigadier General don José de San Martín” (1817); “La Secretaría de Estado en el Departamento de Gobierno, al vencedor de Maypo” (1818), “Canto lírico a la libertad de Lima  por las armas de la Patria al mando del general don José de San Martín” (1821), pieza a la cual se refiere la carta que hemos transcripto al comenzar estas páginas.

Esteban de Luca, insigne patriota, artillero y poeta, murió trágicamente en el Río de la Plata el 17 de mayo de 1824, a los 38 años de edad, al regresar de una misión en Brasil, como consecuencia del naufragio del bergantín Agenoria en el que viajaba. Con él se hundirían para siempre muchos de sus papeles inéditos, entre ellos la extensa composición  titulada “La Martiniana”, anunciada en El  Argos del 27 de Octubre de 1821, cuyo asunto debía ser las campañas del General San Martín en Chile y el Perú. Eco de esa pérdida fue el poema que le dedicó Olegario V. Andrade medio siglo más tarde “El arpa perdida”.

OLGA FERNÁNDEZ LATOUR DE BOTAS,

INSTITUCIÓN FERLABÓ

PRESIDENTA

 Profesora de nuestra Diplomatura en Cultura Argentina