“CUANDO EL ÁGUILA DESAPARECE”, POR ABEL POSSE


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“CUANDO EL ÁGUILA DESAPARECE”, POR ABEL POSSE Compartí

 

Por Abel Posse *

 

Artículo que evoca al Libertador en el último día de su exilio,

en homenaje al general San Martín por el aniversario de su muerte del pasado 17 de agosto,

 

 

CUANDO EL ÁGUILA DESAPARECE

 

El señor anciano. El señor argentino, vivía en el piso alto de la casa que le alquilaba el doctor Gerard, en Boulogne‑sur‑Mer.

Promediaba un agosto fuerte, de calores húmedos. Sólo refrescaba en la alta noche cuando la brisa del mar traía los olores salinos del puerto. La brisa entraba como una amiga y él la respiraba profundamente. Ya no dormía. Permanecía sentado contra las almohadas en la penumbra. Pensando. Recordando. Estaba a solas con su larga muerte. A veces se preguntaba desde cuándo empezó a morir. ¿Desde el fin de aquella tarde en Guayaquil? ¿Desde 1829, cuando decidió no desembarcar e irse para siempre de esa patria que empezaba a preferir la anarquía a la grandeza? Ningún ser sabe con certeza desde qué momento pertenece más bien a la muerte, aunque crea seguir por la vida.

Hacía mucho que no recibía visitantes. Esa ingratitud lo eximía de tener que fingir preocupación por las cosas reales. La fiesta, las angustias, las glorias, le parecían que no las había protagonizado él sino otro. Eran como de la vida de otro.

Tenía 72 años y estaba casi ciego y ya doblegado por los dolores intestinales. Sabía que los achaques no venían de las cabalgatas terribles a cuatro mil metros de altura ni de las vigilias antes del ataque (cuando el jefe necesita eso que Napoleón llamaba “el coraje de las dos de la mañana”). La enfermedad venía del universo de chismes y calumnias, de la inesperada pequeñez de hombres de los que no se había dudado.

Se quedaba sentado todo el día esperando los embates del dolor. Cuando no los aguantaba llenaba el vaso con agua y volcaba el láudano ya sin contar las gotas. Juntaba fuerzas hasta el momento en que llegaría Mercedes, la hija, y entonces se pararía y fingiría tener energías como para ordenar los libros del estante o agregar agua para las flores…

 

 

Leer completo el artículo de Abel Posse.

 

 

SOBRE ABEL POSSE

  • Es profesor en nuestro Instituto. Es abogado, diplomático y escritor. Es autor de numerosas obras literarias, artículos y trabajos sobre política internacional y estrategia. Ver más.

 


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