“¿ARGENTINA? MARADONA”, POR EZEQUIEL ADAMOVSKY


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Télam – Muchas razones, más allá de lo deportivo, convierten a Maradona en un héroe popular: su pasaje de la villa al estrellato internacional, la fidelidad y reivindicación de su origen plebeyo, su enfrentamiento a los poderosos… Y aunque una parte de la población no lo quiera, es un emblema de lo argentino. Precisamente en el rechazo que genera, confirma que es un emblema de la Argentina: de sus grietas y sus viejos rencores. ­

No imaginé que me iba a embargar el mismo sentimiento de pérdida y la misma tristeza que a todos. No miro fútbol, no sé nada al respecto. Así y todo, Diego Maradona me resultó siempre entrañable. Lo mismo que a los cientos de vecinos de La Paternal a los que escucho cantar y tocar bocinas en la cancha de Argentinos Juniors mientras escribo estas líneas, pero acaso por un conjunto de motivos algo diferente. El Maradona que ahora me falta no es el genio del balón. Está hecho de otras proezas y de otras escenas. El afecto que siempre sentí por él viene de las otras cosas que lo convirtieron en un héroe popular, que no son sólo las deportivas. Viene de las diversas actitudes que asumió a lo largo de su vida. Viene de la rara fragilidad de su existencia de campeón. De la incomodidad, a veces tierna, a veces brutal, con la que atravesó ese viaje vertiginoso que lo llevó de una villa del Conurbano al estrellato internacional. De las caídas y derrapes recurrentes que, sin embargo, nunca alteraron del todo la madera de la que estaba hecho. De ese cuerpo que no era lozano y atractivo como el de otros triunfadores, porque no escamoteaba las marcas y el costo en salud que había pagado por la vida que le había tocado. 

Siempre me gustó, como a tantos, que se mantuviera fiel a sus primeros afectos y a su barrio a pesar de haberse hecho millonario. Lejos de ocultar las huellas plebeyas de su crianza, como hacen tantos apenas engrosan sus billeteras, las exhibió altanero y desafiante en todas partes. Como esa vez que dijo “A mí me parece bien que me llamen cabecita negra porque nunca renegué de mis orígenes ¿Cuál es el problema?”. El mejor. Millonario. Y cabeza. Y que se la aguanten. Reclamó el derecho a disfrutar plenamente de sus logros, de ocupar la cima sin pasar primero por la escuela de corrección de clase, sin tratar de actuar una vida que no era la suya…

EZEQUIEL ADAMOVSKY,

historiador y profesor de nuestra Diplomatura en Cultura Argentina

 

 

Maradona, inmortalizado en una pared en Grecia

 

ARTÍCULO DEL PROFESOR PABLO MASCAREÑO SOBRE MARADONA

 

ENTREVISTA AL PROFESOR PABLO ALABARCES SOBRE LA MUERTE DE MARADONA

 


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