Por Roberto Bosca

Profesor y director académico del ICC – Instituto de Cultura

 

 

UNA VISITA INOLVIDABLE

JOSEFINA ROBIROSA (1932-2022)

 

 

El hecho de que la noticia del fallecimiento [el 20 de mayo de 2022] de la pintora y muralista Josefina Robirosa [quien formó parte en los años 50 del grupo llamado Siete pintores abstractos] haya ocupado la tapa de los grandes diarios, habla de su importancia en la cultura nacional y aún internacional.

Entre las primeras visitas que hicimos en la Diplomatura en Cultura Argentina, la del taller de Josefina Robirosa por diversos motivos tuvo un encanto que la distinguió con un sentido invisible y peculiar.

En primer lugar fue en el barrio de San Telmo, con ese clima tan especial que los españoles llaman solera, cuajado de huellas y remembranzas. Después, su casa y su taller relumbrante de luz, formas y colores, el escenario de un arte que asomaba en todos los rincones. Aquí y allá, en un cuidado desorden, la profusión de sus pinturas, que cautivaron nuestra mirada desde el primer momento.

Pero el núcleo central de aquella tarde maravillosa fue sobre todo la personalidad de la anfitriona, de una sensibilidad, una frescura, y al mismo tiempo una calidez y una naturalidad exquisitas.

Josefina Robirosa llenó de claridad un atardecer porteño con la presencia de su elegancia material y espiritual, pero también el escenario del ancho mundo con la belleza inefable de su arte.

Ahora que han pasado los años, podemos agradecer el recuerdo de una visita inolvidable, con esa riqueza que aquella lejana tarde de otoño solo ella nos pudo regalar.

 

 

Josefina Robirosa (1932-2022) fue una de las pintoras más relevantes de la Argentina moderna.

Se formó con Héctor Basaldúa y su primera exhibición individual fue en la Galería Bonino a la que siguieron otras en Rubbers y Ruth Benzacar.

Formó parte del grupo de artistas del Instituto Di Tella porteño que representó una nueva forma de comprender el arte en el ámbito local e integra una galería de grandes artistas argentinos contemporáneos junto a Marta Peluffo, Rómulo Macció y Clorindo Testa.

Realizó murales en Buenos Aires y París y sus obras figuran en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y en el Museo de Arte Moderno de la ciudad. También se encuentran en las más importantes colecciones de Estados Unidos y Europa como la de Thyssen en Suiza y otras.

Fue directora del Fondo Nacional de las Artes y era Miembro Académico Emérito de la Academia Nacional de Bellas Artes.

Tuvo dos hijos de su primer matrimonio, con el sociólogo José Enrique Miguens.

 

 

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