El pasado jueves 27 de septiembre, los historiadores Isidoro J. Ruiz Moreno (profesor del instituto), Juan Isidro Quesada y Juan Francisco Baroffio (director de seminarios del instituto), presentaron el último libro de Carlos Vertanessian en un ameno encuentro con su autor.

La reseña de esta obra erudita y bellamente editada, son las palabras de Quesada para la ocasión:

VERTANESSIAN, Carlos: Juan Manuel de Rosas, el retrato imposible. Imagen y poder en el Río de la Plata. Buenos Aires. Ediciones Reflejos del Plata, 2017.

Señoras y señores, como ustedes espero con ansias las palabras del doctor Ruiz Moreno que no dudo serán enjundiosas y, por supuesto, laudatorias del libro que estamos presentando. Seré breve, como corresponde. Pero la calidad de la obra del ingeniero Carlos Vertanessian me obliga a decir una palabras que no pueden dejar de ser laudatorias.

Pero, como cultor de la Historia, relataré el desarrollo del devenir de la iconografía del otrora gobernador porteño que durante vente años dirigió autoritariamente a la Confederación Argentina.

En 1914, Juan A. Pradère fue quien primero publicó en lujoso volumen, todo cuanto creyó encontrar sobre los retratos de don Juan Manuel de Rosas. Harta cantidad para quien se había negado oficialmente y por sistema a ser retratado, pero que subrepticiamente alentaba como propaganda la difusión de su imagen. Hoy este libro, prácticamente inhallable, ha pasado a la categoría de raro ejemplar de la bibliografía argentina. Este problema movió a Fermín Chaves a realizar una nueva edición en 1970 sensiblemente agrandada en tres tomos al agregar retratos de la familia (hijos, hermanos y sobrinos) del llamado Restaurador de las Leyes don Juan Manuel de Rosas. Ímprobo esfuerzo de este historiador que tanto hizo por defender sus ideas, dando a conocer también interesantes aspectos de nuestra historia hasta entonces soslayados.

Pero la labor de Carlos Vertanessian al publicar la obra que hoy comentamos resulta totalmente novedosa en muchos aspectos. Su investigación, moderna y profunda, resulta una bisagra en muchos aspectos, al tratar la iconografía rosista bajo interesantes aspectos historiográficos. Ha ahondado no sólo en el aspecto iconográfico sino que su estudio lo ha llevado a leer diarios de la época y documentación relativa a este estudio. Tal lo referente a un enorme retrato que se conserva en el Museo Saavedra, proveniente de la colección Fernández Blanco, del cual hace una circunstanciada descripción de sus orígenes, donde fue exhibida y personajes que actuaron en ese momento. Relato que nos lleva a un momento histórico singular. Y como éste, son muchos los retratos de los que nos hace su historia, totalmente desconocida e imprevista. Al respecto, no podemos dejar de comentar el uso que hizo de una imagen del Rey Luis Felipe de Francia, al que luego calificó despectivamente de “rey guarda chanchos”.

 

 

Juan Isidro Quesada

 

Carlos Vertanessian ha agrandado la galería iconográfica de Rosas drásticamente. Su acuciosa investigación la he llevado no sólo en repositorios oficiales, como los diversos museos que recorrió con esmero, y que por su riqueza no podemos dejar de nombrar al de Rosario Julio Marck, sino también en colecciones particulares, algunas poco conocidas. Así fue ampliando este acervo cultural de nuestro pasado iconográfico, describiendo ejemplares de gran valor, como otros que pasan a una inferior categoría pero no por ello menos esenciales para este estudio. Tal los premios que se daban en esos años en las escuelas como propaganda del gobierno, muy numerosos aún en las colecciones de museos y particulares que revelan el interés gubernamental por difundir la imagen de quien gobernaba el país.

Agotó nuestro autor todos los medios en su tarea. Ella no de circunscribió a una labor de escritorio. También visitó a descendientes de don Juan Manuel. Una de esas entrevistas la publicó acertadamente por ser esa persona quien representa hoy en día el más idóneo de quienes lleva la sangre de la estirpe de los Ortiz de Rozas.

Fue motivo de la publicación de este libro el buscar la razón por la cual Rosas reiteradamente se negó a ser retratado. Una sola vez aceptó por obligación el hacerlo ante el pedido del Ministro inglés, como lo indica nuestro autor. Sin embargo, no ahorró medios políticos y propagandísticos para que su imagen fuera conocida en toda la Confederación Argentina como en Europa y algunos países americanos. Y cuando vivía exiliado en Inglaterra repetidamente negó ser fotografiado, a pesar de que sus hijos y nietos lo hicieran repetidamente. Pero cosa singular, guardaba para sus visitantes retratos que les regalaba y que habían sido ejecutados en la década de 1830. ¿Fue ésta una estudiada actitud que tuvo por razón ocultarse misteriosamente y parecer así como gobernante oculto en un recóndito walhalla? Difícil dar respuesta a esto a esta altura del siglo. Pero la realidad histórica es que la imagen de Rosas proliferó abundante. Y no obstante la desaparición de muchas de ellas, luego de la batalla de Caseros en 1852, por temor a represalias, fue indudablemente medio propagandístico, medio político al que hay que atribuir a Rosas como uno de los primeros gobernantes en utilizarlo en América.

El retrato imposible de Carlos Vertanessian marcará un imprescindible hito no sólo en la iconografía rosista, sino también en la iconografía primigenia del Río de la Plata. No solamente se estudia a Rosas y su familia, sino que muchos personajes de esa época aparecen en imagen, muchas de ellas de la colección del autor ya sean daguerrotipos o fotos “carte de visite”.

Nos felicitamos por tener la oportunidad de conocer obra tan importante para la historia de la pintura argentina. Y felicitamos a Carlos Vertanessian por esta magnífica obra que enriquece un tema tan poco tratado y a quienes lo lean por tantos temas novedosos que nos transmite.

Muchas gracias.

 

Algunas fotos del día de la presentación:

 

Los diversos retratos del caudillo

 

Carlos Vertanessian, el autor

 

De la presentación participó numerosa cantidad de público, incluyendo académicos miembros de nuestro instituto y descendientes de Rosas

 

 

 

El panel que presentó el libro (de izq. a der): Isidoro J. Ruiz Moreno – Juan Francisco Baroffio – Carlos Vertanessian – Juan Isidro Quesada

 

+ + + Créditos fotográficos Lucas Chillemi