CARLOS HOEVEL SE INCORPORÓ COMO MIEMBRO DE LA ACADEMIA NACIONAL DE EDUCACIÓN


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El lunes 12 de septiembre de 2022 se realizó en el Salón de Conferencias de la sede de la Academia Nacional de Educación el acto de incorporación pública, como miembro de número, del doctor Carlos Hoevel, profesor de nuestra Diplomatura en Cultura Argentina.

Carlos Hoevel, doctor en Filosofía y docente especializado en Historia del Pensamiento Económico y Político, Filosofía Social y Filosofía de la Educación, disertó sobre “¿Crisis final o futuro posible del ideal educativo occidental?”.

La presentación estuvo a cargo del académico Adalberto Rodríguez Giavarini.

La recepción pública estuvo presidida por la presidenta de la Academia doctora María Paola Scarinci de Delbosco, también profesora de nuestra Diplomatura.

Susana Mitchell, en Infobae – A sala llena, ante un público de colegas académicos, profesores, maestros, estudiantes y familiares, el filósofo argentino Carlos Hoevel, en su discurso inaugural como nuevo miembro de número de la Academia Nacional de Educación dijo: “(…) y año tras año -según Peter Sloterdijk- [el sistema educativo] libera cohortes de estudiantes cada vez más desorientados, en los cuales se observa cada vez más claro su adaptación a un sistema escolar errante y desadaptativo sin que los maestros y estudiantes tengan la menor culpa. Ambos se unen en un ecumenismo de desorientación, al que apenas se puede encontrar el equivalente histórico (…)”.

Según el doctor Hoevel, las consecuencias de esta disolución del ideal educativo humanista se pueden apreciar en varios aspectos de la educación actual: primero en la deconstrucción de la tradición que impide ofrecer a los estudiantes una visión unitaria y estructurada de la realidad, lo cual se traduce en una fragmentación y dispersión del contenido curricular, que consiste en una acumulación de contenidos, métodos y datos, sin criterio de selección que permita discernir entre nociones fundamentales y secundarias. Por otra parte, agrega Hoevel, la desaparición de la formación humanista se puede evidenciar en la desaparición de los clásicos, que fueron reemplazados por un modelo que privilegia géneros e identidades, por sobre los grandes autores y textos, analizados de modo fragmentado y pseudo-científico. Este diagnóstico lleva a un tercer punto de reflexión: la crisis de la imagen y de la palabra, reunida en una misma dimensión narrativa, hoy resumida en los productos que ofrece la cultura audiovisual y que colabora, en parte, con el deterioro de las prácticas narrativas tradicionales, sobre todo en los estratos más vulnerables de la población. Para el académico, es en la escuela donde se completa el panorama con un abandono casi total de todo el conjunto de prácticas centrales alrededor de la palabra escrita y oral, reemplazadas actualmente por el múltiple choice, la prueba veloz, el montaje de imágenes o las actividades online en donde rara vez aparece la palabra en forma de narración o argumentación estructurada, escrita u oral, de cada alumno o estudiante frente a un público.

En línea con su exposición, que supo mantener el interés de todos los allí presentes, el flamante miembro de la Academia Nacional de Educación y profesor titular ordinario de la UCA, puso de manifiesto lo que -en su opinión- sería el principal problema que afecta a la educación humanista: “el actual deterioro del vínculo personal entre el docente y el alumno, resultado del cansancio y la desilusión que rodea a la figura del maestro, convertido en un mero “facilitador “o “técnico” transmisor de información y “ahogado” -como explica Borghesi- por una burocratización inútil. Un docente privado de autonomía, remodelado continuamente por los pedagogos que presiden el ‘reformismo’, un mero ejecutor de orientaciones y métodos establecidos desde ‘arriba’.

¿Representa este escenario la crisis final del ideal educativo occidental? Para el Doctor Hoevel, no termina hasta que termina, sobre todo si existe el compromiso de tomar en serio el problema y emprender algunas acciones e iniciativas que permitan recuperar la tradición educativa perdida.

La fascinación de enseñar. Hacia el final de su exposición en la Academia, y como una forma de iluminar la noche más oscura del sistema educativo, Hoevel enumeró una serie de tareas que podrían llevarse a cabo para recuperar la educación humanista perdida. ¿La primera?, regresar a la experiencia original del ideal educativo que tiene sus inicios en la fascinación del docente por la materia que enseña, por sus alumnos y por la realidad en general…

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