MARTINA KIST, EN LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO DE UN AVIÓN MONOMOTOR ARGENTINO
Martina Kist, profesora de nuestra Diplomatura en Cultura Argentina, y su marido Alex Gronberger decidieron darle un giro a su vida y emprender un viaje de nueve meses. Vendieron todas sus pertenencias, compraron un pequeño avión y dieron la vuelta al mundo. Es la primera vez que un avión monomotor argentino logra dar la vuelta al mundo. “No hay edad para empezar una aventura”.
A continuación, un texto exclusivo que Martina preparó para el boletín digital del ICC – Instituto de Cultura en el que cuenta su experiencia durante esta hazaña.
Primera vuelta al mundo de un avión monomotor argentino
Soy Martina, profesora (holandesa) en el CUDES y con mi marido Alex (el sí es argentino) nos fuimos del aeropuerto de San Fernando el 4 de marzo 2021 en un avión de 4plazas con el objetivo de dar la vuelta al mundo. Volvimos el 29 de noviembre al mismo lugar, después de 270 días, 25 países, 80.000 kilómetros y 320 horas de vuelo. Fuimos los primeros que circunnavegaron en un avión monomotor con matrícula argentina.
En realidad, dimos más que la vuelta al mundo (que serian unos 40.000 kilómetros) porque saliendo de Argentina, el recorrido es más largo.
Obviamente, semejante viaje se prepara con mucha anticipación. En nuestro caso fueron unos tres años entre la idea y la ejecución, durante los cuales tuvimos que elegir el mejor avión para la tarea, capacitarnos -yo hice el curso de piloto privado a los 56 años, Alex obtuvo su licencia de piloto comercial para poder volar con instrumentos, es decir en mal tiempo-, vacunarnos para las enfermedades del viajero (y eso fue antes del Covid) y preparar una ruta detallada. En algún momento, para no procrastinar, le pusimos una fecha al sueño: íbamos a salir el primero de febrero del 2021 y Alex pidió una licencia sabática en el trabajo.
[…] Si bien todos las más de 100 del viaje fueron grandes momentos, algunos se destacan más que otros, como el primer viaje largo sobre agua en el Caribe, cuatro horas de silencio absoluto sobre el océano, o el cruce del árctico del norte de Canadá a Islandia en un solo día, sobrevolando Groenlandia y su capa de hielo. O el vuelo sobre Moscú donde el controlador nos mandó a tan baja altura que casi tocábamos los edificios, la llegada a Bocas del Toro Panamá donde había gente paseando en la pista, o la desventura en Iquique donde no nos dejaron entrar a Chile y tuvimos que dormir en el avión y cruzar los Andes hacia Mendoza a la madrugada…
- Leer el texto completo de Martina Kist, con más fotos.
Artículo en La Nación: “A los 60. Vendieron todas sus pertenencias, compraron un pequeño avión y dieron la vuelta al mundo”
María Nöllmann, en La Nación – Hasta fines del año 2020, Martina Kist (58) y Alex Gronberger (61) llevaban una vida que podría definirse como clásica: cuatro hijos, una casa, dos autos. Una vida familiar marcada por el cronograma escolar de Tobías, su hijo menor, el único que aún vivía con ellos, y el horario de oficina de Alex, que ocupaba un alto cargo en una compañía multinacional.
Todo estaba armado, todo era cómodo. Pero la dinámica cambió cuando Tobías terminó el colegio y decidió aplicar a una universidad en el exterior. “Veníamos poniendo un montón de energía a la creación de nuestra familia. Y a medida que se acercaba la fecha de su graduación y de su viaje, pensábamos: ¿Y ahora qué? ¿Qué hacemos con la casa, qué hacemos con toda esta energía? Tenemos que aplicarla a otra cosa. Y así salió esta idea loca”, cuenta Alex, con una sonrisa. Todavía no puede creer lo lejos que llegaron.
El matrimonio vendió la casa, todos los muebles, los dos autos, y se compró un avión utilitario, un Cirrus SR22 2008. Alex, que a diferencia de su esposa, seguía trabajando, se pidió un año sabático. Juntos, se propusieron un proyecto que a simple vista parecía delirante, pero que con el correr de los meses se volvió cada vez más concreto y viable: dar la vuelta al mundo.
Fueron, en total, 260 días -casi nueve meses- de recorrido; 320 horas de vuelo y 25 países visitados. “Más que una vuelta al mundo, en realidad, fueron dos. Porque la circunferencia de la tierra son unos 40.000 kilómetros, y nosotros hicimos casi 80.000″, explica Alex. “Eso es por el recorrido que hicimos”, suma Martina, nacida en Holanda, que conoció a Alex, argentino, cuando ambos trabajaban en Francia para la misma empresa, y años más tarde, se mudó con él a Martínez, Buenos Aires. A diferencia de su esposo, ella no pilotaba desde joven, pero aprendió a hacerlo durante los meses anteriores al viaje para poder ser la copiloto.
De Buenos Aires, viajaron hacia Estados Unidos, con varias paradas en el medio, y después cruzaron el Atlántico norte, con pausas en Groenlandia e Islandia. Luego de recorrer Europa, volaron a San Petersburgo y cruzaron Rusia, de oeste a este, siguiendo la ruta del Transiberiano. Desde Siberia, cruzaron por el estrecho de Bering hacia Alaska, para después bajar por América de regreso a la Argentina.
Es la primera vez que un avión monomotor argentino logra dar la vuelta al mundo…
Entrevista en TN a los protagonistas